La semana pasada participé, como abogada de la trabajadora, en una auténtica mediación llevada a cabo por la secretaria sustituta del Juzgado de lo Social nº 2 de Toledo. La conciliación previa de trámite se convirtió, por obra y gracia de la secretaria, en una mediación que llevó el conflicto a una conclusión satisfactoria para ambas partes. Es verdad que no todos los asuntos laborales serán mediables, pero en este caso (se trataba de una solicitud de reducción de jornada por cuidado de hijo) la solución es buena y no deja a ninguna parte «dañada», como sucede cuando se pierde un pleito.
En Madrid existe un programa piloto de mediación impulsado desde el TSJ, y espero que la sorprendente ausencia del derecho laboral de la ley de mediación se resuelva pronto.