Todos hemos escuchado o leído aquello de más vale prevenir que curar. En la literatura lo hemos encontrado en una forma más de su época en la Celestina de Fernando de Rojas, “más vale prevenir que ser prevenidos” y ya en el formato actual, en Cinco horas con Mario, de Miguel Delibes. En los accidentes de trabajo este refrán español tiene toda su vigencia. Y la cultura preventiva de las empresas es el prevenir.
Accidentes de trabajo y la LPRL
La prevención es sin duda el eje central en materia de riesgos laborales, y para ello tenemos una herramienta la Ley 31/1995, de 8 de noviembre (LPRL). Y esta Ley pone al empresario como garante principal de la seguridad y salud de los empleados a su cargo. Es lógico pues el empresario es el titular de la dirección y por ende de la organización de su empresa.
Prevenir posibles accidentes de trabajo y minorar las consecuencias de los que lleguen a ocurrir es responsabilidad del empresario. Aunque es cierto que se trata de un camino a recorrer acompañados, tanto empresarios como trabajadores y por supuesto con la inspección de trabajo.
Prevención de los riesgos laborales
Diseñar y establecer sistemas de gestión integral de la prevención de los riesgos laborales es de vital importancia. Es evidente que nadie quiere accidentes de trabajo en su organización. Pero además resulta que el Código Penal señala como penalmente responsables de que se produzcan a los actores directamente implicados en la elaboración e implantación del sistema de prevención de riesgos laborales.
Se señala “a los administradores o encargados del servicio que hayan sido responsables” y aquí nos encontramos a los administradores de la organización; técnicos de prevención; responsables de producción; y por supuesto a los directores de recursos humanos…
Planes de prevención de delitos en las empresas
En el año 2015 se reforma el Código Penal y con esa reforma toma protagonismo lo que conocemos como “compliance penal”. No es otra cuestión que sistemas de gestión para que las organizaciones entiendan que existe una responsabilidad social corporativa real y efectiva. Algo que se debe entender que implica a todos los niveles organizativos. Las directrices en todas las materias están para cumplirse y hacerse cumplir, por todos.
Al mismo paso que el compliance penal se mueve el compliance laboral. Y su gran trabajo por hacer, aunque se reconoce el esfuerzo empresarial en la materia, es sin duda la prevención de los riesgos laborales. Es muy frecuente conocer imputaciones de empresarios como personas físicas por accidentes laborales en sus organizaciones.
Una tarea en la que nos va mucho es inculcar la cultura preventiva en la dinámica de las relaciones laborales. Para los trabajadores porque en muchas ocasiones no es sólo su integridad física la que está en juego. En muchas ocasiones es su propia vida. Para los empresarios porque a la carga moral de los siniestros en su organización, se le suman las más que posibles consecuencias penales. Todos se juegan mucho.
Siniestralidad laboral y su prevención
Ya tenemos claro que para evitar accidentes de trabajo es esencial la prevención de los mismos. Para una prevención efectiva el plan de prevención de riesgos laborales debe incidir en conseguir espacios de trabajo seguros y saludables. Esto es que no se debe quedar en la prevención de los siniestros, se debe procurar que la actividad laboral no conlleve un deterioro de la salud de los operarios.
Una herramienta fundamental en esta perspectiva de gestión de la prevención es la Norma ISO 45001. S establece en ella un estándar internacional que de cumplirse en las empresas se proporcionaría un lugar seguro y saludable para los trabajadores. No sólo evitando accidentes, también evitando el deterioro de la salud de los mismos.